Pueden ponernos toda la poesía que quieran en la contra etiqueta, hablándonos de que si los viñedos es muy bonito, que si las uvas son más redondas de lo normal o de que si lo elaboran de la manera tradicional prehistórica… hay que juzgarlo por lo que sale, porque por mucha literatura que tenga la botella, si lo que sale de ella es vinagre, pues mejor hacerse una ensalada.