Ya hace 3 años que descorchamos una botella de este vino, en su añada del 2008 y lo contamos en este blog: Esculle de Solabal 2008, solamente disfrutar del vino… hoy nos damos el «lujazo» de comentar y disfrutar la añada 2010.
Esculle, elaborado por Bodegas Solabal en la localidad de Ábalos (Rioja Alta), es un vino de «repiso», que quiere decir que se vinifica con uva entera, tras una fermentación intracelular de 9 días, se separa el vino de lágrima y se quedan con dicho vino (repiso), el que procede de las uvas que han permanecido enteras pero se rompen por la presión de dos personas que pisan la uva y la voltean dentro del depósito.
Esculle de Solabal, en su añada 2010, se elabora con uvas Tempranillo de viñedos de más de 50 años de edad y se ha criado durante 18 meses en barricas nuevas de roble francés para reposar posteriormente durante 12 meses en botella.
Esculle de Solabal se muestra en la copa con un vivo color rojo cereza picota, oscuro y brillante, opaco y con ligeros tonos tejas en los bordes donde el vino se encuentra con la copa. Sin mostrar demasiada evolución pese a sus 6 años de edad.
Sus aromas son intensos y complejos, llenos de matices frutales, muy maduro (mermelada de ciruelas), delicados tostados se amontonan poco a poco inundando con recuerdos a especias (pimienta, clavo), caja de puros, cacao, chocolate, grafito, tabaco.
Sotisficados aromas, muy mineral, hierbas, café, curri, regaliz,… un despliegue de aromas embriagador e intenso que aumenta si dejamos que el vino se oxigene… Una perfecta integración de todos sus matices que solo se consigue con tiempo en botella.
Al beberlo nos encotramos con un paso que deja huella, taninos marcados pero amables, fruta muy madura a lo largo del todo el trago pero también recuerdos a hierbas aromáticas, tostados marcados y brioche, con largo final, su recuerdo perdura largo rato en boca de forma golosa.
Un vino maduro, lleno de sabor y de aromas, complejo y elegante, hará las delicias de todos aquellos que busquen la uva Tempranillo con carácter que le imprime la calidad de la uva unida al roble por el «pegamento» del tiempo.
Esculle de Solabal, en su añada 2010, se puede arrojar a la cara de todos aquellos con miedo a los vinos con edad para que aprendan la lección.
Esculle de Solabal es un vino ideal para acompañar los más diversos platos poderosos de carnes rojas, caza de pelo, guisos poderosos y asados con mucho sabor, incluso si están especiados, además de ser fantástico para tomar junto a embutidos ibéricos y quesos ahumados.
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