¿Cuantas veces hemos llevado, con toda la ilusión del mundo, esa botella que hemos descubierto y nos parece fantástica a una cena con amigos para encontrarnos con el rechazo de los comensales?… ¿una vez?… ¿todas?…
El problema no es suyo, si a usted le gusta es que ha elegido el vino correcto, no se preocupe, cambie de amigos, un vino favorito es más difícil de encontrar que buscar gente para cenar, que nos vale casi cualquiera con hambre.
(Es broma).