Huyan ustedes de estos talleres si les da miedo mancharse las manos, aquí venimos a llenarnos los dedos con pulpas de frutas y la boca con vinos varietales.
6 vinos de 6 regiones diferentes elaborados con 6 variedades de uva diferentes: La Garnacha de Navarra, la Tempranillo de la Ribera del Duero, la Prieto Picudo de León, la Juan García de los Arribes del Duero, la Mencía del Bierzo y el Cabernet del Somontano.
Cada asistente tenía un plato que llenaba de frutos para utilizar como referencia para cuando metiésemos nuestras narices en cada copa buscando cada uno de los aromas que dicen las notas de cata que están en cada vino.
Porque los vinos no huelen a nada, recuerdan a los aromas de las cosas, y si antes no hemos olido algo, dificilmente lo encontraremos cuando olfateemos cada copa… así que… ¿qué mejor fórmula que la de decir que el vino huele a moras en la cata porque tienes moras encima de la mesa para poder comparar?.
El primer vino de la noche: Vegazar Tinto 2015, 100% Tempranillo de la Ribera del Duero que se elabora en la localidad de El Zazuar (Burgos). La idea era oler todas las frutas y tratar de discernir cuales estaban en cada vino y cuales no.
Moras, rambuesas, ciruela negra, grosellas y regaliz fueron los aromas que principalmente encontramos en este vino pese a que encima de la mesa teníamos varios frutos más y aunque no teníamos regaliz de palo, lo encontramos claramente dentro de la copa.
La noche continuó con la Garnacha de Palacio de Sada (Navarra) que nos sorprendió cambiando completamente (o mucho) los aromas que percibíamos dentro de la copa.
Sorprendiéndonos el aroma a fresas, a ciruela negra también, a frambuesas y un punto de arándanos tras beber el vino una vez a pasado por la garganta… «cosas del tanino» y de morder los frutos… un puntinto de peladura de naranja.
Pasamos a la uva Prieto Picudo, en la botella del vino 3 Palomares (León), una variedad de uva que ahora se empieza a ver más presente en las compras de los consumidores de vino.
Volvíamos a percibir frutos rojos como las grosellas o las frambuesas pero empezamos a observar otros matices como el regaliz (al igual que en el Tempranillo) o la manzana (Royal Gala).
Desde Los Arribes del Duero trajimos la variedad de uva Juan García, en una botella de Arribes de Vettonia (Salamanca)… Ni se les ocurra perderse esta variedad de uva ni como envejece (tinto «joven» del 2013).
Aquí empezamos a percibir frutos… muy maduros… por algo trajimos pasas y manzana, y peladuras de naranja… un vino que nos cambió completamente la percepción que obtuvimos con los anteriores.
Llegamos al Bierzo, de la mano del vino Ledo Mencía, un tinto que reposa durante un tiempo en depósitos de acero sobre sus lías, cogiendo aromas y sabores.
Casi todas las frutas salían desde la copa de este vino en una fantástica complejidad que sorprendió a los asistentes que no se la esperaban en un vino joven.
El último vino de la noche: Batán de Salas Cabernet Sauvignon, desde Barbastro (Somontano), que como su propio nombre indica, es un vino varietal de la uva Cabernet Sauvignon.
No solo sorprendió los recuerdos a moras o ciruelas, el pimiento verde estaba presente y a muchos asistentes les pareció muy curioso encontrar ese aroma en un vino aunque alguno dijo que eran más rojos e incluso asados.
Un taller interesante, para reconocer los aromas del vino, que el vino no huele a cosas, sino que nos recuerda al aroma de las cosas y la única forma de localizarlas es oliendo cosas.
Apúntense a nuestra lista de correos para estar al tanto de todas las actividades que organizamos: Alta en la lista de correos de Vinoteca Pop The Wine; o consulte nuestra agenda de actividades: Agenda de actividades de Vinoteca Pop The Wine.