No puedo evitarlo, soy un enamorado de los vinos de la D.O. Toro, que se le va a hacer, me encantan esos vinos cuya fama que les precede provocan la admiración o el rechazo de los consumidores, dependiendo, claro está, de lo que disfruten con los característicos vinos de la zona.
Bodegas Liberalia es una bodega familiar que cultiva sus viñedos en la localidad zamorana de Toro, como no podría ser de otra manera, la variedad de uva predominante es la Tinta de Toro (o Tempranillo de la zona).
El vino en cuestión, del que vamos a dar buena cuenta mientras escribimos estas lineas, se trata del Liberalia Cuatro, en su añada 2010. Un tinto crianza (12 meses en barricas de roble) elaborado única y exclusivamente con la variedad de uva Tinta de Toro.
Existe un Toro moderno, con vinos más «amables» (por no decir más comerciales), que tal vez no muestren el carácter intrínseco que siempre a caracterizado la zona, moviéndose hacia un estilo más acorde a las modas actuales, no obstante, nos da la impresión de que este no va a ser el caso.
Lo primero que observamos al descorchar la botella es un buen corcho natural, elemento que nos permitirá conservar el vino y que durante todos estos años (añada del 2010) el vino haya crecido y evolucionado en la botella correctamente, porque en ocasiones olvidamos que uno de los ingredientes de un gran vino es el tiempo.
Nada más arrojarlo en la copa se muestra muy vivo y con ganas de ser bebido (menuda chorrada he escrito), pero tras un primer trago, intuimos que si no lo dejamos airearse un momento, será de esos vinos en los que todas las copas son buenas y la mejor, lamentablemente, es la última.
El vino es oscuro, de profundo color rubí, opaco, con una lágrima densa que cae lentamente por el borde de vidrio de la copa tintándola a su paso. Al inclinarse y perder profundidad, Liberalia Cuatro 2010 nos muestra unos vivos colores purpúreos que van pasando aun rojo vivo con un final en el ribete ligeramente teja (naranja).
Una primera impresión en la nariz nos ofrecerá un bloque compacto de aromas que se irán abriendo poco a poco mostrando un sinfín de matices que le confiere una complejidad deliciosa al vino.
Su complejidad es omnipresente, sobre un fondo de delicadas notas especiadas (pimienta, clavo, un punto de café, cacao) se muestran unos aromas varietales maduros y muy bien integrados (ciruela, mermelada de moras, cerezas y un fino regaliz) junto con finas reminiscencias a la bollería (levadura y pan tostado) y un toque mineral. A cada momento que acercamos la nariz a la copa el vino va cambiando y mostrándonos su elegante carácter y su gran intensidad aromática.
El trago de este vino es potente, con fuerza, lleno de sabor, de tacto sedoso al principio en el paladar que finaliza con unos taninos muy presentes pero que quedan eclipsados por el carácter frutal del vino, un ligero amargor que compite con un suave dulzor cuando ya ha pasado el vino por la garganta y un sin fin de notas especiadas y minerales se quedan en la boca dejándonos un largo recuerdo de este vino.
Un vino muy elegante, complejo, con potencia y sabor, protagonista absoluto, con carácter pero que nos muestra la finura que puede tener un vino de este estilo, con mucha complejidad pero de trago agradable y seductor.
Un gran vino de Toro para los que quieran seguir disfrutando de Toro escapando de esos vinos más modernos que podrían ser elaborados en cualquier otra parte.
Sin lugar a dudas este vino acompañará perfectamente a los guisos más potentes, a poderosas carnes de caza con salsas sabrosas, incluso si estas son dulces, carnes rojas en sabrosos estofados (rabo de toro, carrilleras al PX), embutidos ibéricos (jamón, cecina), quesos muy curados y un sin fin de platos más.
Fantástico para tomar ahora e incluso guardar durante unos años más. Pueden adquirir este vino en nuestra vinoteca online: http://shop.popthewine.com/Liberalia-Cuatro.