Nos vamos de paseo por Salamanca, y cuando uno va de paseo por Salamanca, por la zona de la Sierra de Francia, si le gusta el vino, tendrá que deleitarse con la variedad de uva Rufete.
La D.O.P. Sierra de Salamanca nos permite disfrutar de la uva Rufete y otras variedades más conocidas como la Tempranillo o la Garnacha.
Nos vamos, como casi siempre, a una pequeña bodega situada esta vez en Santibáñez de la Sierra y que acoge sus vinos a la D.O. Sierra de Salamanca elaborándolos principalmente con la variedad de uva Rufete, la autóctona del lugar.
Elaborado con un cupaje de las variedades de uva Rufete y Tempranillo (aunque solo un punto de esta última), Zamayón Osiris, elaborado por Bodegas Rochal, nos ofrece un delicado crianza con un marcado carácter varietal adornado por un largo afinamiento en roble francés.
Su color es vivo y brillante, de capa media, que torna a tonos violáceos conforme el vino pierde profundidad al inclinar la copa.
Sus aromas son frutales, maduros y equilibrados, conforman un buen bloque con cierta complejidad de intensidad media, los tostados aparecen de forma sutil y se percibe cierta cremosidad que a buen recaudo conservará al llevarlo a boca.
Al beberlo resulta de entrada agradable, cremoso, carnoso y con volumen, de largo recuerdo, con final duradero y de aterciopelado tacto al paladar, la fruta presente adornada con ligeros recuerdos especiados al final del trago. Beber agradable y refrescante.
En definitiva un magnífico Rufete Crianza, para aquellos que deseen probar esta variedad de uva tratada de una forma tan tradicional de crianza o simplemente disfrutar de un buen vino con crianza.
Se agradece encontrar bodegas que apuestan por lo nuestro, por diferenciarse de verdad con «lo de la tierra», huyendo de plantar variedades foráneas con mejor mercado y arriesgándose por las uvas autóctonas que son las que dan el vino de «verdad», el de la tierra que esculpió las cepas a lo largo de siglos.
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