Parece increíble el titular, pero es así, bebo cerveza cuando voy de vinos. Entre otras cosas porque no me da la gana de beberme ese vino de la casa que está frío en invierno y caliente en verano (o lo que es peor… ¡al revés!) que con el pago de una sola copa ya se ha amortizado la compra de la botella; porque en pocos sitios hay una oferta de calidad y variedad, muchas marcas y pocos vinos; porque cuando hay variedad, generalmente, el local rezuma esnobismo… No obstante están esos locales en los que miman al vino tratándolo como lo que es: Una bebida de hombres y no de dioses en los que tomarse una copa, de lo que sea, es un placer.
Daros la enhorabuena por la manera tan simpática que tratáis temas que son verdaderos pilares del porque en España decrece y decrece el consumo. Al igual que desde una visión positiva podemos observar una nueva hornada de locales que tienen en su base una especial dedicación y amor al producto.
Muchas gracias Javier, a ver si entre todos conseguimos que el gran público descubra esta gran bebida tan nuestra que más que bebida es alimento.